El proyecto "Taller de Color" gira en torno a dos cuestiones fundamentales: la repetición, combinación y leve variación de un patrón geométrico, junto a una investigación de las posibilidades expresivas del color. El patrón geométrico de base es similar a un código de barras, ya que está formado por líneas rectas paralelas equidistantes de distinto grosor, y se repite, con leves variaciones, sobre módulos rectangulares, triangulares y, especialmente, cuadrados. De esta manera, con elementos relativamente sencillos y muy concretos, podemos elaborar múltiples composiciones en forma de polípticos. Cada una de las obras de esta serie está formada por un número de partes variable, cuyo aspecto final es cambiante debido a dos cuestiones: las líneas de unas piezas y otras encajan de varias formas y las partes de cada obra se pueden colocar en la pared, en el suelo o en ambos. Del mismo modo, el montaje de las obras puede ser realizado tanto por el propio artista como por cualquier otra persona. Esta amplitud de posibilidades vertebra todo el proyecto, el cual explora nuevas formas de investigación pictórica, superando los límites tradicionales de esta disciplina por el desbordamiento del clásico formato bidimensional asociado a la pintura. En algunas ocasiones varias piezas se presentan incluidas en una caja, la cual, al estar intervenida, también forma parte de la propia obra. Por otro lado, la utilización deliberada de un elemento como un código de barras no es una elección inocua, ya que supone un posicionamiento crítico e irónico, por la relación de este signo tanto con la mercadotecnia como con la producción seriada de carácter industrial.