Las obras que integran esta serie están determinadas por la trama a dos niveles: en primer lugar, a nivel visual y formal (por la propia trama pictórica y fotográfica, así como por la textura del soporte) y, en segundo lugar, a nivel conceptual (por el nudo, lo que ocurre en la imagen propiamente dicho, el mensaje -o mensajes- implícito -o explícito- que subyace en las obras). El proyecto se sitúa en algún punto entre la posibilidad ilusionista de la pintura y el anclaje con lo real que posibilita el medio fotográfico, ya que se trata de trabajos materializados mediante métodos manuales a partir de imágenes de carácter técnico. El origen fotográfico de las imágenes de base se sustenta en la evidencia que ejemplifican estas palabras de Joan Fontcuberta: “Nos hemos dado cuenta de que buena parte de nuestros conocimientos y de nuestras actitudes proceden de datos suministrados, próxima o remotamente, por una cámara. Y ya no es posible sustraerse a esa evidencia”. Al pintar y/o manipular fotografías se enfatiza el carácter de realidad fabricada inherente a cualquier clase de imagen creada por el ser humano, en contraposición a una hipotética realidad encontrada que creemos ver en ellas. Del mismo modo, la trama de las imágenes se acentúa por “el poder metonímico de la fotografía”, esto es, en palabras de William J. Mitchell, “su capacidad para representar un mundo más grande fuera del marco y para sugerir una narrativa más amplia que abarque el momento de la exposición”.
Obras de la serie "Trama":
(en construcción)
Obras de la serie "Trama":
(en construcción)